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Y un día que navegué, lo hice.

¡Buenos días!

¡Qué bonita es la mañana cuando todo empieza bien!
 
¡Gracias!¡Gracias!¡Gracias!¡Y mil y una gracias! A Susana, a Lousie y a Helena, por vuestras palabras de aliento y apoyo. ¡No sabéis lo que significan para mí! Sólo espero que las mías os sirvan para sonreir al menos en un momento dado tal y como me ha pasado a mí al leer el trabajo de otras personas.
 
¡Buenos días! Sonrisa
 
Al empezar a escribir estas líneas, mi recuerdo va hacia todos aquellos escritores que tienen su mente en blanco y tienen unas hojas que entregar en plazo. ¡Ánimo!  Las musas están adormiladas esta mañana, pero después del aseo y de un buen desayuno, seguro que os susurran algo al oído para cumplir con vuestro trabajo.
 
  
 
¡Hasta le pasó a él en algún momento!
 
Todo es cuestión de escribir algo, aunque sea un pequeño bosquejo de lo que tienes en mente para, posteriormente, darle forma añadiendo artículos, adjetivos, pronombres, sustantivos... e, incluso, algunos términos de jerga... que, al fin y a la postre, forma parte de la cultura y de la vida... así que no te rayes, colega, si ves que largo así y flipas porque esto es fashion aunque pasajero... Sorprendido
 
Y si todo eso no funciona... hazle un nudo al papel y vuelve a empezar desde cero hasta que encuentres el camino correcto.
Poco a poco verás de qué forma tan simple vas rellenando líneas y foleos y...
 
 Puede que hayas salido a dar una vuelta por la ciudad para terminar con tus temas pendientes y te apetezca tomarte un café... Pues ni aún así te vas a librar del espectro de Shakespeare...
 
  ¡Escibe, escritor!¡Escribe!
 
Pues eso.
 
Que cuesta empezar, pero vemos que no cuesta nada acabar... teniendo algo interesante, ocurrente o simplemente superficial que contar.
 
Un saludo. Sonrisa
 

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