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Y un día que navegué, lo hice.

Cierre por crisis

Buenos días.

Hoy estoy un poco triste porque este fin de semana me he enterado de algo que me ha dejado hecha polvo.

He contactado con un amigo del que no tenía noticias hacía tiempo… y después de la típica charla de “puesta al día”, me entero que tiene un pequeño negocio desde hace unos años al que ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo… y que, tras esos años de bonanza, ese negocio, pese a la ayuda de sus colegas más cercanos, se ha ido a pique y que tiene que cerrar… con lo que ello conlleva.

Tras la sorpresa inicial, pese a su reticencia, hablamos del tema y me cuenta cosas que me dejan aún más perpleja no ya por el hecho en sí de cerrar un negocio ¡con los tiempos que corren! sino por el hecho de que la situación podría haberse evitado si las personas a las que recurrió hubieran respondido como era su deber en ese momento por la sociedad que formaban. Ahora ese negocio (se me ha pedido que no divulgue nada de él y así voy a hacerlo) se ha ido a pique y ello va a repercutir en un buen puñado de familias.

Lo siento en el alma, Jose. Ya sé cuánto tiempo y dedicación has invertido en tu negocio, lo triste y roto que estabas. No puedo por menos que decirte desde aquí que muchísimos ánimos, que mucha suerte con tus nuevos proyectos y que los amigos (los que lo son de verdad) están para estas ocasiones… y no sólo para vivir del cuento a tu costa.

Un abrazo enorme desde aquí y ya sabes dónde tienes una amiga para charlar, para soltar tu carga o para lo que quieras.

Un besote.

 

1 comentario

Lucky29 -

Hola. Sólo paso para decirte que esto es el pan nuestro de cada día en estos momentos. Dile a tu amigo que no desespere, que ya llegará el momento de levantar cabeza. Un saludo.